Cara a cara con el suicida: El primer interventor
La intervención en situaciones de crisis requiere la implementación de normas y pautas en la negociación
Por Maria de Lujan Echevarria
Mecánica de intervención ante
potenciales suicidas
La mecánica de la intervención en estas situaciones de crisis requiere de la implementación de normas y pautas en la negociación, en caso de que hubiera demandas concretas en el posible suicida. Estas demandas podrían ser: el reintegro de un trabajo, la entrega de una vivienda prometida por el Estado, el regreso de la ex esposa al hogar u otras.
Por otra parte vamos a tener que poner en práctica estrategias de persuasión para lograr el cambio de conducta.
No podemos descuidar los indicadores de riesgo inminente o de progreso en la negociación.
La primer persona que toma contacto con el potencial suicida, hasta el arribo de personal especializado, lo denominaremos “El PRIMER INTERVENTOR”.
Todas las acciones que se emprendan con posterioridad se basarán en las conductas que haya tomado o no el primer interventor.
La
función del primer interventor
La función principal del Primer Interventor será la de” estabilizar la situación”, es decir, lograr que la situación no se agrave y llevar al sujeto a un punto de equilibrio entre lo racional y lo emocional-
- Se debe tener en cuenta el “punto de CRISIS”, que es el lugar físico donde se dan los acontecimientos a fin de no poner en riesgo la propia integridad física del respondedor.
- Siempre solicitar apoyo, si hay armas de fuego o armas blancas.
- Evite exponerse inútilmente: si tiene un arma, háblele detrás de algún elemento que brinde cobertura. Nunca es seguro si va a dispararle o simplemente se le puede escapar un tiro.
Déjelo hablar sin interrumpirlo: el suicida quiere ser escuchado, no discuta con él ni minimice sus motivos.
Pregúntele su nombre y preséntese Ud. y dígale que está allí para escucharlo y ayudarlo.
Procure informarse de cuáles son las causas que lo llevaron a esa situación. Pregúntele y tome nota de sus requerimientos y necesidades.
Intente que sus demandas inespecíficas se tornen en demandas concretas.
No le suministre elementos que pudieran potenciarlo, tales como alcohol, drogas o armas.
No permita que le hablen varias personas al mismo tiempo. Solo lo hará el primer interventor.
No le proporcione teléfonos para hablar con nadie: No tenemos control de quien llama y esto puede desestabilizarlo.
Lo fundamental de es establecer una relación de confianza con el negociador, para ello debe adoptar una postura
empática, cálida, comprensiva no evaluativa ni directiva, no indicarle que se calme u ordenarle que “no lo haga”.
No le mienta, sea sincero con él ya que si descubre que no le dice la verdad, va a perder toda la confianza depositada hasta ahora.
No indague en aspectos de la crisis que pudieran desestabilizarlo.
Evite invadir su espacio físico, no se acerque sin su consentimiento.
El suicida, no ve otra alternativa para su problemática más que quitarse la vida, propóngale otras alternativas, indague hasta encontrar cual es su anclaje a la vida.
Evalúe los Indicadores de progreso en la persuasión:
- Se pasa de un lenguaje agitado a uno más claro y reflexivo.
- Aborda temas ajenos al incidente.
- Trata con mayor confianza al negociador.
- Elabora la idea de desistir en su accionar
- Se deja influenciar.
Evalúe los Indicadores de riesgo inminente:
- Agitación, no puede pensar con claridad, ideas confusas, demandas cambiantes.
- Agita los puños. Se golpea, se desplaza por sitios de alto riesgo.
- Mala relación con el negociador.
- El tiempo transcurre y la situación se torna más descontrolada.
- Finalmente, desiste de hablar con cualquier persona o se despide.
Si los indicadores de riesgo persisten, hay que intervenir mediante la reducción física del potencial suicida, para preservar su propia vida, elaborando un plan de antemano o bien aprovechando la oportunidad eventual para reducirlo.
Estas acciones deben efectuarlas los grupos especiales disponibles en las fuerzas de seguridad, (en función de su entrenamiento y profesionalismo) comúnmente denominados “grupo de reducción de personas en crisis de salud mental “ o personal de rescate de bomberos si la persona se encuentra en algún sitio en altura, como por ejemplo , en un edificio o torre.
Además cabe destacar que si se trabaja conjuntamente con diversos equipos de rescate, se ha de respetar el plan elaborado conjuntamente para lograr con éxito el objetivo y respetar la cadena de mandos, de otro modo se corre el riesgo de actuar en forma individual con resultados imprevistos.
La
Lic. María de Lujan Echevarría pertenece a una Fuerza de Seguridad
argentina. Gracias!