Qué es el posicionamiento: La batalla por la mente del
cliente
Se agrega más valor mejorando el posicionamiento de nuestra organización y
de los servicios que vendemos
Por Edgardo Frigo
Las empresas de servicios trabajan en mercados con muy alta rivalidad, en
los que sobra de todo. Los servicios son cada vez más parecidos entre sí, y
la oferta es cada vez más amplia. A su vez los clientes se vuelven más
exigentes cada día, buscando más valor por el dinero que pagan. Una de las
formas más eficaces de agregar valor es buscar mejoras en el posicionamiento
de nuestra organización y de los servicios que vendemos.
LA MENTE DEL CLIENTE
Llamamos posicionamiento a lograr alcanzar una posición favorable en
la mente de nuestros clientes. La única forma de vender nuestro servicio es
enfocar nuestro esfuerzo en ganar una posición rentable y sostenible en la
mente de esos Clientes. La única realidad que importa es la que esta en la
mente de nuestros clientes, pero hay que tener en cuenta:
SIMPLIFICACIÓN
Nuestros clientes son atacados por un enorme volumen de
comunicaciones. Reciben cientos de mensajes por día, tantos que no pueden
captarlos a todos. Su mente, atacada por esa sobrecomunicación, se defiende
filtrando la información. Solo acepta una parte, la parte que quiere
aceptar.
Lo que la mente acepta es lo que se enlaza con sus conocimientos y
experiencias anteriores y su forma de pensar. rechaza todo lo demás. Una vez
que nuestros clientes se han formado una idea sobre una cosa o persona, es
casi imposible cambiarla.
Quienes dirigimos empresas queremos llegar con nuestro mensaje a esa mente
saturada. En ese caos de sobrecomunicación la única forma de llegar es
simplificar el mensaje, adaptándolo a las necesidades y deseos específicos
de nuestro blanco.
SATURACIÓN
Consumimos un enorme caudal de comunicaciones, de la cual la
publicidad es solo un pequeño porcentaje. Estamos saturados por imágenes,
palabras, sonidos e ideas que vienen de la radio, la televisión, el diario,
la propaganda callejera y muchas otras fuentes. Que llegue nuestro mensaje
es muy difícil.
La gente recibe treinta veces más publicidad que en los '60; cuando va al
supermercado encuentra cincuenta veces más oferta; si precisa un servicio
encuentra cien veces más opciones. La cantidad de productos, servicios y
mensajes es enorme, y cada vez hay más. Pero la mente no absorbe más que
antes.
Para empeorar el cuadro, el uso de la publicidad aumenta a medida que su
eficacia disminuye. Todos hacen cada vez más propaganda. Incluso comienzan a
usarla quienes antes no lo hacían como los abogados, los cementerios
privados y las iglesias. Esto nos coloca en una disyuntiva. Necesitamos
vender más, y para eso queremos llegar con nuestro mensaje a nuestros
potenciales clientes, pero esto se vuelve cada vez más difícil.
ENTRANDO EN LA MENTE
Para alcanzar una posición favorable en la mente de nuestros
clientes, lo fundamental es LLEGAR PRIMERO. Como dicen Al Ries y Jack Trout:
¿Cuál es la montaña más alta del mundo? El Everest. ¿Y la segunda más alta?
Quien sabe. Y a quien le importa.
Kodak "es" fotografía. IBM es computación. Coca Cola es refrescos. Knorr
Suiza es calditos. Chef es puré. Gillette es hojitas de afeitar. Entonces,
lo primero que necesitamos es una "posición mental" no ocupada, y ser los
primeros en alcanzarla.
El modo más difícil de entrar en la mente es entrar segundo.
¿Cuál es el libro más vendido? La Biblia. ¿Y el segundo más vendido?
Volvemos a lo mismo. Quien sabe. Y a quien le importa. El primer producto en
ocupar un lugar en la mente de los clientes (NO en el mercado) tiene una
ventaja enorme. El segundo ya encuentra demasiado "ruido".
A veces el primer producto en llegar al mercado no aprovecha la oportunidad
de lograr la primera posición. IBM no inventó la computación comercial; fue
Sperry Rand. Pero IBM logró la posición de "primero en computación". América
fue descubierta por Colón. Pero lleva el nombre de Vespucio.
ESCALERAS MENTALES
La mente a la que queremos llegar solo puede procesar pocos datos a
la vez. Para no ser abrumada por la carga de información que le llega cada
día, simplifica. Además ordena los mensajes, ideas, personas, productos y
servicios según SU orden de prioridades. jerarquiza. En esa mente, por
ejemplo, cada uno de los jabones de tocador ocupa una posición definida de
acuerdo a "su" jerarquía, como si ocupara peldaños de una escalera.
Es difícil ascender por la "escalera" de esa mente si los peldaños
superiores ya están ocupados. En este caso la única forma de competir será
colocar otra escalera, en la que podamos ocupar el escalón superior.
En general la primera marca que llega a la mente ocupa el doble de
porcentaje de mercado que la segunda, y cuatro veces más que la tercera. El
primero logra la posición de líder, que siempre es mucho más FUERTE. Lo
mismo ocurre cuando el líder de un mercado quiere entrar en un mercado
diferente, dominado por otra marca. Hace años IBM quiso entrar al mercado de
fotocopiadoras. Ese mercado era dominado por Xerox, mucho más chica. En IBM
pensaban que su imagen de marca era tan fuerte que, combinada con su tamaño
y sus recursos le garantizaba el éxito. IBM nunca pudo vender
fotocopiadoras, y finalmente tuvo que abandonar ese mercado luego de perder
cientos de millones de dólares.
El líder a corto plazo es invulnerable. Y a largo plazo, si no comete
errores groseros, también. En EE.UU. hicieron un seguimiento de veinticinco
marcas líderes desde 1940. Cincuenta años después, en 1990, encontraron algo
sorprendente: veinte seguían siendo líderes, cuatro eran segundas, y una era
tercera. Esto demuestra que vale la pena hacer un esfuerzo para lograr el
liderazgo. Si lo logramos podremos mantener esta posición, la más rentable
del mercado, durante muchos años.
CUANDO NO LIDERAMOS
Cuando el primer escalón de la "escalera mental" de los Clientes ya
está ocupado, no ganamos nada con copiar el producto o las tácticas del
líder. Incluso si logramos mejorarlos, desplazar al líder es muy difícil.
Debemos tratar de poner una "escalera" diferente, para ocupar otro primer
escalón.
En los '60 en EE.UU. los automóviles eran cada vez más largos, aerodinámicos
y potentes. Llegó Volkswagen, chico y feo. Aquí el hueco de mercado era el
tamaño. VW decía "piense en pequeño". Estableció firmemente su posición,
desafiando la idea de que lo grande era mejor. En ese momento había otros
coches chicos en el mercado norteamericano, pero ninguno había aprovechado
la posición de coche chico. Y VW mantuvo un firme liderazgo en su segmento,
hasta la llegada de los japoneses.
En Argentina las bebidas cola tienen una posición muy fuerte como bebidas
gratificantes; desplazar a Coca y Pepsi es muy difícil. ¿Qué hizo Gatorade?
Colocó otra escalera. Se posicionó como la bebida "que vence la sed
profunda". Y en lugar de mostrar jóvenes divirtiéndose, muestra deportistas
con sed después del partido. Esto le permitió alcanzar una posición de
liderazgo sin competir frontalmente con los gigantes. En Gatorade
comprendieron que Coca y Pepsi no ocupaban la posición de saciar la sed,
sino la de la gratificación, y "pusieron otra escalera".
Tras el éxito de Gatorade, Coca Cola buscó copiar su estrategia cometiendo
el mismo error que IBM con las fotocopiadoras. Sacaron su propia imitación,
llamada Powerade. Buscaban desplazar al líder copiando su aspecto, nombre y
estrategia. De más está decir que no lo consiguieron.
LA IMPORTANCIA DEL NOMBRE
Un elemento comercial fundamental es el nombre, de la empresa y del
servicio. Como dice Wilensky, el nombre es "el gancho del que cuelga el
producto en la mente del cliente".
Los nombres deben crear la imagen mental que buscamos: Playboy, Fortune,
Swing, Tiempo Libre o Jardín de Paz. El "gancho" de un producto comienza por
su nombre. El atractivo de un libro, de una conferencia o una película
comienzan por su título. Una panadería que se llame Delicity, comenzó bien.
Un nombre que no significa nada (Shell), o una sigla (IBM, GM)
puede usarse cuando "penetramos primero" en la mente del Cliente. De otro
modo no sirve para construir nuestra posición en la mente del Cliente. No
dice nada. No indica en que negocio estamos.
La marca es más que un nombre: representa una posición en la mente.
Repitiendo el viejo error de IBM, la propia Xerox trató durante años de
vender computadoras. Todo lo que consiguieron es perder plata, porque el
nombre "Xerox" significa fotocopiadoras.
Toyota "es" automóviles de calidad a precio medio; está tratando de obtener
una posición en el mercado de los automóviles de lujo. Aún no lo consiguió,
ni va a lograrlo.
REPOSICIONANDO A LA COMPETENCIA
Cuando no encontramos un hueco para llenar, podemos crearlo
reposicionando a los competidores. Por ejemplo en el mercado de los
digestivos el posicionamiento de Hepatalgina era muy fuerte. Bagohepat ya
encontró ocupada la escalera de "las gotitas". Entonces reposicionó a
Hepatalgina. Colocó otra escalera: "ya no tenés que matarte contando
gotitas". Sacó el mismo producto pero en comprimidos, y explotó las ventajas
de su producto físico.
Ciertos segmentos de clientes ahora perciben al frasco de Hepatalgina como
grande e incómodo, aunque siga siendo igual que siempre.
Por ello, finalmente, vale la pena invertir
esfuerzo y recursos en ganar una posición de liderazgo en el mercado de que
se trate. Luego, se podrá mantener esta posición durante muchos... y
rentables años.
El
autor, Prof. Edgardo Frigo, consultor especialista en gerencia de
Seguridad,
preside
el Foro Latinoamericano de Seguridad.
Vea
sus antecedentes en www.forodeseguridad.com/frigo.htm