La
rutina en las tareas de Seguridad
La rutina puede hacer fracasar los sistemas y
esquemas de seguridad mas sofisticados
Por Luis A. Estupiñán Chaustre
En los últimos días hemos escuchado por diferentes medios de
comunicación como edificaciones con sistemas de seguridad considerados
como altos, han sido vulnerados, con las consecuencias funestas para la
seguridad y tranquilidad de nuestro país.
Si hacemos un estudio detenido para establecer las fallas posibles,
encontramos que uno de los talones de Aquiles es la rutina, que puede
hacer que
costosas inversiones en seguridad se conviertan en un
fracaso.
La seguridad más que todo es una conducta, la cual debe ser aprendida y
reforzada permanentemente.
No se saca absolutamente nada, con contar con los mas sofisticados
medios de seguridad y protección, si los usuarios o personas que van a
estar bajo su esquema de seguridad, no son concientes de ello.
Siempre que se implementa un medio de seguridad, previa la información y
capacitación para operadores y usuarios, es objeto de comentarios
positivos o negativos según la percepción y situación de las personas.
Con el pasar de los días, si el sistema causa algún tipo de incomodidad,
o demora es objetos de críticas y se empiezan a buscar mecanismos para
vulnerarlo.
Comienzan las excepciones o privilegios, que cada vez van en
aumento, hasta prácticamente quedar el sistema para como se diría en el
argot popular “los de ruana”. Esta situación afecta directamente a los
operadores que al ver la poca importancia que se le presta al medio,
también comienzan a ser menos rigurosos en su aplicación.
Con todo ello aparece la rutina, que finalmente se convierte en la
vulnerabilidad y el fracaso del sistema.
¿Como evitar la rutina en las tareas de seguridad?
Básicamente con la educación y creación de hábitos de seguridad en todas
las personas que se benefician con la seguridad.
La seguridad en últimas es un esfuerzo colectivo, que tiene un
direccionamiento, una gestión que se apoya en unos medios, pero es un
patrimonio colectivo.
La rutina se evita, si todos los interesados acatamos y acepamos las
medidas puestas en ejecución. Si colectivamente estamos atentos al
cumplimiento de las directrices trazadas y confiadamente comentamos o
hacemos saber las fallas, en cualquier momento a nuestro esquema
detectado.
El mayor problema de los esquemas de seguridad es mantener el rigor
permanentemente. La habilidad de los interesados en vulnerar los
sistemas de protección es su paciencia. Están siempre al acecho, en
espera que aparezca la rutina, se den las excepciones.
Los asuntos de seguridad son de un todo; la seguridad no es exclusiva
de un grupo especializado para ello, y no hay sistema o esquema de
protección que sea infalible.
El punto esta en mantenerlo permanentemente activo y eso solo se logra
con el trabajo colectivo.
El autor es experto colombiano en seguridad. Gracias!
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