La
formación de profesionales de Seguridad
Formar profesionales en Seguridad es fácil; lo difícil es formar ciudadanos
Por Edgardo Frigo
Desde hace siglos se enseñan y se aprenden
conocimientos, conductas, actitudes y normas.
Es la base del avance en el conocimiento humano y también es lo que
permite la vida en comunidad.
El comportamiento adecuado de cada integrante es lo que permite la
supervivencia de cada individuo con menor esfuerzo que el que se
necesitaría para efectuarlo en forma solitaria.
La vida en comunidad es una ventaja evolutiva de la que no gozan todas
las especies.
Los osos son animales solitarios. No viven en manadas. Toman del medio
todo lo que pueden. Eventualmente invaden la cueva de otro oso, roban
su alimento y matan a los oseznos sin la menor inhibición.
Los gansos migradores avanzan en una formación en "V" que aumenta la
capacidad de vuelo de la bandada.
Cuando el líder de la formación se cansa, deja su puesto a otro que va
detrás, manteniendo la formación. Los que van detrás del líder
graznan, animando a la vanguardia a mantener el ritmo. Si uno de los
individuos cae, algunos de los miembros de la bandada se acercan a
esperar que se reponga o que muera, luego de lo cual retoman el vuelo.
Los mamíferos que actúan en manadas (grandes felinos, lobos,
elefantes, etc.) son monógamos, cuidan de los cachorros propios y
ajenos, respetan el espacio particular ajeno.
Si un individuo quebranta las reglas, lo castigan; si reincide lo
expulsan de la manada o lo condenan a muerte. Presentan conductas
tranquilizadoras que se transmiten jerárquicamente hacia abajo,
evitando las peleas mortales.
Estas actitudes les son inculcadas genéticamente. No necesitan ser
aprendidas.
Sin embargo, los seres humanos que también somos gregarios, no tenemos
la ventaja de un bagaje genético conductual. Debemos aprender a
comportarnos.
Respetar las convenciones, esperar su turno, considerar al prójimo,
cuidar de los débiles, enseñar a otros, ceder, perdonar, pueden no ser
ventajoso para cada individuo en solitario.
Pero resultan imprescindibles para mantener la cohesión social. Dan el
sentido trascendente a la vida que caracteriza a la especie humana.
Del quebrantamiento de reglas sociales implícitas o explícitas nace el
concepto de delito, que es un atributo social.
Hoy se enseñan y se aprenden múltiples disciplinas técnicas de los más
diversos órdenes. Y entre ellos las que nos conciernen, relacionadas
con la Seguridad.
Pero también hay que enseñar comportamiento cívico.
La formación de un ciudadano que aprecie y defienda sus atribuciones
es mucho más que la observación empírica en los oficios o la lectura
de enciclopedias en los profesionales.
Se siguen formando individuos con títulos académicos que, sin embargo,
no saben expresar sus demandas sociales en forma argumentada sin
agredir de palabra o de hecho al otro, no disciernen los valores que
deber ser preservados, cuales son sus responsabilidades, cuales sus
derechos y cómo se los defiende.
Los fanáticos intransigentes, demagogos, supersticiosos y otras lacras
sociales aprovechan esta ignorancia conductual, parasitando a la
sociedad en la que medran gracias al esfuerzo de otros.
La buena formación técnica aislada pone a la sociedad a riesgo de que
muchos de sus individuos (tal vez los mas influyentes) sean lo que el
filósofo español Fernando Savater llama ISP, "Idiotas
Suficientemente Preparados", y añade: "El problema no es lo que no
saben hacer sino en lo que no saben ser: humanos entre los humanos,
libres pero responsables, críticos pero no obsesos...".
Sólo la enseñanza y el aprendizaje consciente de los valores de la
vida en sociedad puede lograr mantener la cohesión social ante las
catástrofes -naturales o no- que se abaten sobre nuestros pueblos. La
labor de los docentes, y de los padres, no puede soslayar
estas lecciones.
Como dice el mismo Savater, "Me impresionó un panel publicitario
que vi en Brasil, con una gran foto de Osama bin Laden con la leyenda:
"Osama bin Laden, Ingeniero" Y debajo decía:
"Formar
profesionales es fácil, lo difícil es formar ciudadanos".
Por esto,
eduquemos mejor... o empecemos a temblar!"
Y en cuanto a nosotros, que trabajamos en seguridad, muchas personas
cotidianamente nos confían sus bienes, su familia, su vida.
Un buen profesional de la Seguridad
debe ser, antes que nada, una buena persona, con criterios
cívicos que le permitan contemplar todos los aspectos de un problema
antes de dar una recomendación o tomar un curso de acción.
En esto estamos, Colega!
Edgardo Frigo
dirige el Foro Latinoamericano de Seguridad (
www.forodeseguridad.com ) y es Director Académico de la Federación
Panamericana de Seguridad Privada.
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más
artículos para la reflexión profesional en
https://www.forodeseguridad.com/artic/reflexion.htm