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Cómo buscar trabajo
Como
conseguir el trabajo que verdaderamente deseamos
Por
Edgardo Frigo
Cada día miles de personas que buscan un trabajo, por las razones más
diversas: jóvenes que buscan su primer empleo, personas que renuncian
a un empleo o son despedidas, militares o policías que se retiran de
sus Fuerzas y deben buscar una nueva posición en la vida civil... hay
toda clase de situaciones particulares.
En cualquiera de estos casos podemos buscar empleo de dos modos: pasivamente, o
ACTIVAMENTE.
El mercado laboral tiene oferta y demanda, y en ese mercado nosotros
vamos a ofrecer nuestro tiempo y nuestra capacidad. Para ese
“producto” que somos nosotros mismos, debemos negociar las mejores
condiciones, el máximo precio posible, y hacer la “venta” que más
satisfechos nos deje como personas.
Para realizar una buena búsqueda de trabajo, se requiere:
a) Tener la mentalidad adecuada
b) Disponer del tiempo necesario (entre dos y seis meses)
c) Hacer un doble balance, personal y profesional
d) Establecer contacto con gran cantidad de personas y empresas
e) Contestar avisos
f) Tratar de conseguir al menos diez entrevistas de selección.
Si nuestra campaña estuvo bien hecha, tendremos más de un
ofrecimiento. Habrá que tomar una decisión, y decisión quiere decir
también sacrificio; hay que saber qué tomar y qué rechazar.
Para vender un producto “a medida”, se necesita:
1) Definir al cliente potencial
2) Identificar sus problemas
3) Ajustar el producto a ese cliente, al precio adecuado
4) Proponer y negociar el producto
En nuestro caso:
1) Definir las empresas en las que queremos trabajar
2) Identificar sus problemas
3) Demostrar que somos la persona idónea para el empleo que buscamos,
ya que hemos encarado en el pasado problemas similares, y los hemos
resuelto con eficacia.
4) Lograr que NOS OFREZCAN un trabajo.
Es posible, hasta cierto punto, influir sobre la decisión del selector
a nuestro favor, usando las herramientas a nuestro alcance.
Del mismo modo en que el selector de personal emplea medidas para
conocernos y evaluarnos, nosotros deberemos prepararnos al máximo para
conocer y evaluar distintas posibilidades laborales, de modo de
inclinar la balanza a nuestro favor en la instancia decisiva: la
entrevista laboral.
PRIMERA ETAPA: EL BALANCE
Ir a una entrevista sin preparación, es como ir a la guerra sin
municiones. Debemos hacer un balance profesional y personal, que debe
ser profundo, exhaustivo y sincero.
Hay técnicas estándar para autoevaluarnos, bien presentadas en los
libros, que nos dan un panorama claro de nosotros mismos y de nuestro
pasado laboral.
Hacer bien este balance, lleva al menos 40 horas efectivas de trabajo.
Una vez terminado, nos damos cuenta de que hay muchas cosas que
teníamos olvidadas, y otras a las que no damos importancia pero que
son esenciales a los ojos del selector. En especial el selector es muy
sensible a nuestros puntos débiles; fortifiquémoslos.
SEGUNDA ETAPA: PLANIFICACIÓN
Planifiquemos nuestra profesión. ¿Qué queremos realmente hacer? Quien
no tiene idea sobre sus objetivos profesionales y personales aparece
como un entrometido e indeciso. Y quien no sabe lo que desea, no lo va
a conseguir.
Debemos tratar de fijar Objetivos a corto, mediano y largo plazo, y
estrategias para lograrlos, teniendo en cuenta las Curvas de
Aburrimiento: Todos nos aburrimos luego de un tiempo en un cargo que
no evoluciona; el tiempo varía entre 1 y 5 años, con media de 2.
Planifiquemos nuestro trabajo, en función de nuestra propia curva de
aburrimiento.
La planificación, además, nos da confianza en nuestra capacidad;
conociendo mejor lo que queremos, vamos a trabajar más eficazmente
para conseguirlo. Además, podemos ver si lo que estamos haciendo nos
acerca o nos aleja de nuestro objetivo.
No podemos permitirnos fantasías en esta etapa. Las metas deben ser
reali STAS, y consistentes con nuestra historia, personalidad,
experiencia, deseos y logros previos. Debe haber metas intermedias,
para llegar a las de largo plazo.
Para que nuestra experiencia y capacidad sean útiles, debemos apuntar
a puestos iguales o superiores al que teníamos, teniendo en cuenta que
todo conocimiento tiene dos niveles de aplicación: uno es
INTRANSFERIBLE, específico y solo sirve en su totalidad en nuestro
empleo actual; el otro es TRANSFERIBLE, más general y abarcador y
puede trasladarse a muchos otros campos de actividad.
Además, nos merecemos un trabajo que nos haga sentir contentos de
hacerlo.
TERCERA ETAPA: EL PUESTO
Hay que definir el perfil de la empresa en la que queremos trabajar, y
el cargo que buscamos. A veces no queremos definirlos demasiado,
porque pensamos que eso facilita las cosas, pero el selector se da
cuenta rápidamente que no tenemos definidos nuestros objetivos ni
nuestra filosofía de trabajo... y las empresas no están buscando
indecisos.
Debemos clarificar en qué tipo de empresa específica queremos
trabajar, que puede ser grande o pequeña. A grandes rasgos:
La empresa grande tiene:
- Mayor seguridad de empleo
- Mejor salario
- Estructura más definida
- Planes de profesión más razonables y estructurados
- Se puede cambiar de actividad sin abandonar la empresa
La empresa pequeña tiene:
- Menor estabilidad laboral
- Funciones mal definidas por menor estructura
- Cambiar a una empresa grande es más fácil
- Los planes de carrera son más oportunistas
- La remuneración está más ligada a los resultados que a la edad o
antigüedad
- Capacita para iniciar nuestra propia empresa.
CUARTA ETAPA: EL CURRICULUM VITAE
Nuestro CV es el arma decisiva en nuestra búsqueda.
No hay CV buenos o malos; hay CV eficaces e ineficaces. El CV es bueno
si satisface al lector; en caso contrario, es malo... pero el
inconveniente es que casi nunca conocemos al lector.
¿Qué es un CV?
Un CV es un documento que, después de una breve lectura (2 ó 3
minutos) debe decidir a la empresa a convocarnos para una entrevista.
Debe ser confeccionado pensando en ese objetivo. Lo redactamos sin
tener en cuenta nada que no sea el futuro lector, sus deseos y
problemas.
No debe tener más información que la mínima necesaria para ayudarnos a
conseguir la entrevista. TODO lo demás debe ser sistemáticamente
eliminado.
Un buen CV, entonces, es el que nos ayuda a conseguir entrevistas.
Todos los demás son malos. El CV debe despertar deseo de compra, y
hay que tener en cuenta que la persona que lee ese CV a veces llega a
leer 100 CV por día. Por cada aviso en el diario pueden llegar al
menos 400 cartas.
El selector tiene, entonces, un primer problema: leer y procesar
adecuadamente esa enorme cantidad de información. Y decidir, entre
esos cientos de postulantes, cuáles son los diez o veinte
potencialmente aptos para cubrir el único puesto vacante. Nuestra
tarea es ayudarle a resolver su problema.
Hay reglas, de forma y de fondo, para escribir un CV:
- No exceder nunca las 3 (tres) páginas, aunque tengamos una
experiencia muy amplia.
- En lo posible, hacerlo de dos páginas (en USA los CV son de una sola
página)
- Muy bien presentado, en computadora
- Papel carta o A4, bien marginado, sin faltas de ortografía ni
errores gramaticales
- Escrito en forma simple y concreta, sin términos abstractos ni
adjetivos, sobre todo superlativos.
- Frases gráficas, simples y breves, mostrando logros concretos.
¿Qué información debe contener?
- La mínima indispensable para conseguir la entrevista; ni una sola
palabra más.
- Antes de incluir cualquier información, debemos preguntarnos: ¿Esto
me ayuda a conseguir esta entrevista? Si no ayuda, no lo incluimos.
Puntos esenciales:
a) La Ficha Descriptiva con los datos personales, de educación, de
idiomas (sólo si lo requiere la búsqueda), actividades extra
profesionales, objetivo profesional (puede no ponerse).
b) Lo esencial es la Experiencia Profesional, que es lo que le
interesa a la empresa: debe resumir las partes más notables de nuestra
actuación, redactada de tal modo que luego de una lectura rápida, el
selector sienta deseos de verificar si somos la persona adecuada para
resolver sus problemas y ocupar el cargo vacante.
Ese CV debe permitir DIFERENCIARNOS de esos otros 399 postulantes al
mismo puesto. Cada párrafo debe resaltar un rasgo de nuestra
personalidad.
Debe quedar claro que hemos sabido cumplir funciones de
responsabilidad, adoptar decisiones, crear. Hemos obtenido resultados
concretos, luego de “vender” nuestras ideas dentro y fuera de la
empresa.
Hay que incluir frases concretas, gráficas, con realizaciones
evaluadas y cuantificadas. No demasiado modestos ni demasiado
ambiciosos: funcionales y concretos.
Hay que hacer descripciones precisas de experiencias exitosas, que
sean creíbles y estén cuantificadas. Debemos demostrar que nuestro rol
real ha sido el de actor, no el de espectador.
Hay técnicas para escribir CV - ver la bibliografía -, pero hay dos
puntos esenciales:
1) Nada de períodos en blanco; si los hay, hacer un CV funcional
2) No mentir, ni siquiera en aspectos insignificantes.
Una vez redactado el CV, terminó la etapa de preparación; ahora
pasamos a la acción.
ETAPA 5: TOMA DE CONTACTO CON LA EMPRESA
Se puede tomar contacto con la empresa por muchas vías:
- Avisos clasificados
- Contacto espontáneo
- Consultora de personal
- Redes de contacto (asociaciones de ex alumnos, otras instituciones,
amistades, etcétera).
Una campaña se estructura a partir de todos estos métodos, sin
descartar ninguno. Lo esencial es ser emprendedor y dinámico.
Hay que tener en cuenta que sólo el 20% de las personas se reubica
gracias a avisos en los diarios o a consultoras de personal, el 80% lo
logra gracias a su propia red de contactos y a su propia actividad,
sobre todo en mercados laborales recesivos.
Debe tenerse en cuenta que en esta etapa no estamos buscando un
trabajo.
Estamos buscando la mayor cantidad posible de entrevistas, de las
cuales obtendremos que se nos hagan ofertas de trabajo.
Uno de los métodos más eficaces para obtener trabajo es la
presentación espontánea a las empresas que nos interesan. En Europa y
USA, una parte sustancial de la gente contratada lo es por haberse
presentado espontáneamente para ofrecer sus servicios.
Para eso:
1) Identificar nuestro objetivo laboral (preparación)
2) Ubicar a la empresa que nos interesa
3) Redactar una Carta de Presentación, que es distinta a un CV. En
esta carta, pedimos una entrevista, a una empresa que en general no
está buscando cubrir ningún puesto vacante.
LA CARTA DE PRESENTACIÓN:
1) Debe llegar al lector que nos interesa, sin ser detenida por
intermediarios.
2) Debe llamar su atención, y dar solución a alguno de sus problemas.
Debe ser suficientemente atractiva como para que, al menos, nos
convoque a una entrevista para conocernos.
3) Debe estar redactada profesionalmente, pensando en quien va a
recibirla. ¿Qué problemas tiene esa persona, a la que no conocemos?
¿Cómo podemos ayudarla a resolverlos?
4) Eliminamos todos los datos que no ayuden a conseguir la entrevista.
Hablamos de hechos concretos, cifras, realizaciones. No hablamos de
filosofía empresaria.
5) La hacemos releer por al menos tres personas.
6) la concluimos de modo optimista, hablando de igual a igual con el
destinatario. No estamos mendigando una entrevista: estamos ofreciendo
a esa empresa un producto valioso.
En USA, por cada 25 cartas enviadas se produce una oferta de
trabajo. Una campaña de búsqueda se concibe para al menos 50 cartas,
que deberían producir dos a tres ofertas concretas de trabajo.
La preparación es esencial, y de todos los métodos de buscar trabajo,
éste es el más eficaz. En los Estados Unidos el 59% de las
contrataciones proviene de presentaciones espontáneas.
El Aviso Clasificado en los periódicos
es el método más comúnmente usado, y tiene dos grandes
inconvenientes:
1) Es el más pasivo de todos
2) Es el que tiene mayor índice de fracaso. Habitualmente, por
cada 200 respuestas a un aviso se cubre un cargo, o sea que las
posibilidades de fracaso son del 99,5 %.
Al contestar un aviso, debemos limitar la información que damos.
Cuanta más información damos que el aviso no pida, más aumenta la
posibilidad de ser eliminados.
Y como el porcentaje de fracaso es tan alto, no podemos hablar de
mejor método para contestar avisos, sino del menos malo.
Debe tenerse en cuenta que el perfil presentado por el aviso a menudo
es teórico, pero las empresas buscan personas capaces de tomar
iniciativas y responsabilidades. No importa mucho si en el aviso piden
una condición que nosotros no reunimos; quizás sea accesoria.
Si respondiendo al aviso llegaron 100 cartas, entre ellas, habrá al
menos 10 o 15 personas eficaces: busquemos la forma de diferenciarnos.
Redactemos una carta que disminuya el riesgo de ser eliminados;
pongámonos en el lugar de ese selector que va a tener que leer entre
20 y 400 cartas, muchas de ellas aparentemente iguales.
Al responder los avisos, hay problemas clásicos: Tener una sola
experiencia profesional, o demasiadas; ser demasiado joven o viejo;
tener alguna mala referencia; no hablar el idioma que piden... Hay
formas clásicas de resolverlos, y están en los libros de referencia.
Si el aviso nos remite a una empresa de selección de personal, éstas
pueden ser muy útiles, siempre que se tenga en cuenta que trabajan
para la empresa, no para nosotros.
Debemos “vendernos” bien con el selector, y no solo para ese puesto:
Enviar nuestro CV nos permite salir de mercado laboral oculto, y
quedamos registrados para eventuales búsquedas futuras.
QUE HACER MIENTRAS ESTAMOS SIN TRABAJO
Un período de desempleo típico suele durar entre dos semanas y seis
meses. Hay que tener en cuenta que estar desempleado es una etapa más
en la vida laboral, por el que pasan muchos miles de personas cada
año; hay que estar preparados para ello.
Lo primero es imponernos un ritmo de vida riguroso. No hay que
“aprovechar” para quedarnos más tiempo en cama o en casa, ni perder el
tiempo.
Debemos llevar una agenda cuidadosa, día por día, previendo
nuestra actividad con al menos dos semanas de anticipación. Tener en
cuenta que buscar un trabajo es un trabajo en sí mismo, que requiere 8
horas al día, 5 días por semana.
Es útil hacer gimnasia, aunque sea caminar una hora por día; ayuda a
mantener el ánimo y la motivación.
Se debe hacer un Presupuesto. Buscar trabajo suele ser más caro
de lo que uno piensa: se gasta en viajes, comidas, teléfono,
confección de copias del CV, correo, revistas, diarios, fotocopias,
etcétera. Si uno está en mala situación financiera, y con más razón si
es así, hay que hacer un presupuesto estricto y atenerse a él.
Es importante encontrar un lugar de trabajo, no en nuestra
casa. Puede ser la oficina prestada de un amigo, una biblioteca,
etcétera. Debe ser un lugar fijo, en el que siempre se nos pueda
localizar.
Debemos hacer el seguimiento, un registro claro de nuestras
actividades y sus resultados. Vamos comparando los objetivos iniciales
con nuestro trabajo, para ver si nos estamos desviando de nuestras
metas. El seguimiento aumenta mucho nuestra eficacia.
ETAPA 6: LA ENTREVISTA
Todo el proceso de preparación estuvo encaminado a conseguir
entrevistas, y a prepararnos para ellas. Y las entrevistas se
caracterizan por el gran porcentaje de candidatos que se presentan sin
saber absolutamente nada de la empresa con la que tomaron contacto.
¿Qué entrevistas aceptamos?
Todas. Si hemos hecho una buena campaña, tendremos muchas entrevistas;
no debemos rechazar ninguna, por dos razones:
a) Nunca se puede prever la evolución de una entrevista, aunque
parezca que no tiene que ver con nuestro objetivo.
b) Cada entrevista mejora nuestra técnica, aprendemos a vendernos
mejor y ganamos soltura.
La entrevista tiene objetivos, tanto para la empresa como para
nosotros:
La empresa quiere encontrar, entre esa
montaña de candidatos, al de mayor potencial; verificar si su perfil
se adapta al del cargo a cubrir, y en ese caso contratarlo.
Nosotros queremos:
- Ver el cargo real no difiere del propuesto (no confundir el nombre
del cargo con la función específica)
- Saber el puesto nos interesa, según lo que queremos y podemos hacer
- Lograr que nos ofrezcan un empleo.
Debemos ir a la entrevista bien preparados, conociendo todo lo posible
sobre la empresa, y sobre los objetivos que tiene el selector en esa
entrevista.
También debemos tener bien claros nuestros objetivos: no vamos a
mendigar un empleo, sino que trataremos de que se nos ofrezca el
empleo específico que estamos buscando.
Desde el momento en que la empresa nos ha convocado, cree en nosotros.
En el diálogo, debemos tratar al selector de igual a igual, ya que el
objeto de la entrevista es intercambiar información entre ambas
partes.
El selector está esperando que lo convenzamos de nuestras buenas
cualidades; desea encontrar a alguien útil, que resuelva sus problemas
y los de la empresa. Quiere que le mostremos los rasgos que nos hagan
elegibles: Hagámoslo.
Pensemos en el entrevistador como en una persona; la entrevista
también lo tensiona; se pregunta si podrá hallar al candidato
adecuado, qué pensarán sus superiores de su elección... mirémoslo como
ser humano, sin sobre ni subvalorarlo.
QUE LLEVAR A LA ENTREVISTA
- Un block de notas
- El CV
- La correspondencia intercambiada con la empresa (cartas, e-mail...)
- Una lista de referencias, no más de cinco. Hemos pedido a estas personas autorización para mencionarlas, y hemos acordado con ellas lo
que dirán.
- Lista de las preguntas que le haremos al selector (no confiar en la
memoria para esto)
- Una síntesis de todo lo que sabemos sobre la empresa (no la
mostraremos)
Para esta entrevista, cuidaremos mucho nuestra presentación, teniendo
en cuenta que hay una sola oportunidad de causar una primera
impresión. No solo hay que ser un profesional, sino también parecerlo.
Recuerde que el selector tiene otras funciones más allá de esta
entrevista; su tiempo es valioso: nuestra actitud debe ser la de una
persona eficiente, que se adapta a su interlocutor desde los primeros
momentos de la conversación.
Debemos conocer perfectamente nuestro CV. La primera entrevista
generalmente es te “tanteo”, y el entrevistador quiere conocer más a
fondo los puntos que hemos mencionado sintéticamente en el CV o carta
que le enviamos.
Antes de la entrevista hay que tener ensayadas, repito, ensayadas, las
respuestas a las preguntas más probables, sobre todo las que se
relacionan con nuestros puntos débiles: períodos sin trabajo, cambios
frecuentes de trabajo, cambios en la línea laboral, razones de un
despido, poca (o demasiada) experiencia...
Pueden usarse pequeños trucos, eficaces aún cuando los selectores los
conocen; por ejemplo, cuando hay varios postulantes a un empleo, el
último postulante en ser entrevistado tiene posibilidades mucho más
altas de ser contratado.
¿Qué
es una entrevista positiva?
Una entrevista siempre es positiva, porque siempre termina en algo.
Solemos pensar que una entrevista solo es positiva si termina en
una oferta de trabajo, pero esto raramente ocurre. Cada selector
entrevista a varios candidatos, y suele hacerles más de una
entrevista. Frecuentemente hay entrevistas con distintos niveles
jerárquicos en la empresa, lo cual suele ser un buen síntoma.
Aunque no resultemos contratados, cada entrevista mejora nuestra
eficacia, la calidad de nuestras respuestas y mantiene nuestro estado
de ánimo.
Es importante saber cómo sigue la entrevista: quién, cómo y cuando va
a retomar el contacto. No es suficiente un “ya le avisaremos nuestra
decisión”.
Si se produce una segunda entrevista, ésta se relaciona con hechos
concretos, examinados con mayor profundidad. y se evaluarán más otros
factores tales como madurez emocional, voluntad y disponibilidad.
Para la segunda entrevista debemos tener perfectamente definidos
nuestros objetivos, comprender claramente a qué se dedica la empresa y
conocer cuál será nuestro rol futuro en ella: Qué se espera de
nosotros, metas, objetivos y futuras responsabilidades.
La tercera entrevista sirve para confirmar áreas sensibles y atar
“cabos sueltos”. A esta altura del proceso, suele haber sólo dos o
tres candidatos finalistas. Es de máxima importancia, ya que suele ser
introductoria a la posición.
Suponiendo que la serie de entrevistas concluya en una o varias
ofertas de trabajo, debemos preguntarnos:
- ¿Podemos hacerlo?, y
- ¿Realmente nos interesa hacerlo?
Y es muy importante comprender que no basta con que la empresa nos
haya hecho una oferta de trabajo. La búsqueda recién concluye cuando
estamos efectiva mente en funciones; nunca antes.
Tengamos en cuenta los tiempos que lleva esta clase de procesos, para
no impacientarnos. Cubrir un cargo puede llevar desde semanas a varios
meses, y pueden ocurrir imprevistos, aunque nos hayan hecho una oferta
en firme: una reorganización o achicamiento de la empresa, sucesos de
mercado que afectan los planes, etcétera.
Sigamos buscando trabajo aunque estemos en los trámites finales para
cubrir una posición que nos interesa. Incluso, sigamos monitoreando el
mercado laboral aunque estemos ocupando una posición satisfactoria. No
podemos prever el futuro, pero podemos ayudar a hacer nuestro futuro.
Bibliografía
Hay muchos libros sobre cada aspecto de la
búsqueda de trabajo. Cuatro buenos libros son:
- “Búsqueda de trabajo”, Daniel Porot (especialmente
recomendado)
- “Entre usted y yo”, Cristina Mejías
- “El sillón vacío”, Cristina Mejías
- “Selección efectiva de personal”, Diane Arthur
Finalmente, estos y
otros libros presentan métodos para buscar trabajo, que en general son
similares.
Compre el libro que le parezca mejor, y siga el método.
Cualquier método para buscar trabajo es mejor que no usar ninguno.
(Publicado el
01 Abr 2005)
El autor de este artículo, Prof. Edgardo Frigo,
es experto en capacitación y director de este Foro
Profesional.
Vea sus antecedentes en https://www.forodeseguridad.com/frigo.htm
Ver más artículos sobre temas
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https://www.forodeseguridad.com/artic/rrhh.htm
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