¿Cómo
se motiva a la gente?
Y ¿cómo
tener una organización de gente motivada?
Por Harald Solaas
¿Qué es la motivación en el trabajo?
Se han escrito montañas de textos sobre motivación, y se han dedicado
incontables horas a tratar este tema en cursos y conferencias. Sin embargo,
un análisis de los conceptos básicos subyacentes revela referencias
continuas a un núcleo de ideas centrales que reaparecen una y otra vez a lo
largo del tiempo bajo distintas formas. A nuestro entender, estas ideas son:
- Para motivar a la gente hay que apelar a la satisfacción de sus
necesidades. Estas son de varios tipos distintos y tienen distinto grado de
dominancia según la situación particular del sujeto. Referente principal:
Abraham Maslow.
- Las necesidades humanas en el trabajo se satisfacen o frustran por
factores de dos órdenes distintos: los que tienen que ver con la tarea en sí
(logro, desafío, crecimiento), y los relacionados con los factores
periféricos a la misma (remuneración, relaciones sociales, condiciones de
trabajo). Los primeras sustentan la motivación genuina, los segundos sólo se
hacen sentir por ausencia. Este es el conocido desarrollo de Frederick
Herzberg.
- En realidad, el hombre es complejo y altamente variable, y no siempre
responde del mismo modo a los mismos estímulos. Ser buen motivador significa
tener una elevada capacidad para diagnosticar situaciones particulares y
responder en consecuencia. Posición sintetizada por Edgar Schein.
- Lo que hay que buscar en realidad es el compromiso de la gente con la
organización (no la motivación, que es técnica e impersonal). El compromiso
es la resultante de la satisfacción recíproca de las expectativas
manifiestas y latentes tanto del individuo como de la organización. Es el
concepto de "contrato psicológico", de Harry Levinson.
Pero hay una idea fuerza totalmente dominante, que incluye a todas las
teorizaciones, tendencias y escuelas desde la década del 60 en adelante: que
la única y verdadera fuente de motivación es la realización personal del
sujeto en el logro de un emprendimiento que valora.
¿Qué hay que hacer para motivar a la gente?
Hay que empezar por cambiar el punto de vista: no hay que "motivar a la
gente", porque la gente ya está motivada. Salvo casos excepcionales de
patología personal, todo el mundo tiene una necesidad incoercible de hacer
algo a lo que asigna valor intrínseco.
El trabajador asténico es una "bola de fuego" en su club deportivo. El
burócrata rutinario despliega su creatividad en la pintura al óleo.
El verdadero desafío no es "desarrollar" la motivación, sino "ponerle el
arnés", es decir, crear las condiciones para alinear esta energía
irrefrenable con la efectividad de la organización. ¿Cómo se hace? Empecemos
por otra pregunta:
¿Cuándo está motivada la gente?
Para responder esta pregunta nos valemos del cuerpo de conocimientos al que nos
referimos arriba. En las organizaciones de trabajo asalariado, la gente está
motivada cuando:
1. Valora intrínsecamente el trabajo que realiza. Más allá del
reconocimiento, recompensas y sanciones derivadas de su ejecución, tiene un
interés autosostenido por el mismo, del orden del que puede tener por una
afición no remunerada.
2. La relación entre la dificultad inherente al trabajo que tiene que hacer
y su capacidad actual es tal que no le resulta ni demasiado fácil (que lo
haría aburrido) ni demasiado difícil (que lo transformaría en una fuente de
stress).
3. Cuenta con los recursos necesarios para realizarlo (insumos materiales,
recursos financieros, gente, tiempo, apoyo técnico y de gestión).
4. Hay una relativa ausencia de factores inhibidores, tales como inequidades
manifiestas con respecto a otros miembros de la organización, falta de
reconocimiento material o simbólico, tratamiento arbitrario o descalificante,
condiciones de trabajo penosas o degradantes.
Entonces ¿Es posible tener una organización de
gente motivada?
La limitación típica de las diversas propuestas sobre cómo motivar a la
gente es su unidimensionalidad. Atribuyen la motivación al efecto de
categorías restringidas de factores, cuando en realidad es el resultado del
funcionamiento de varios sistemas mutuamente relacionados.
Estas aproximaciones unidimensionales han tenido una renuencia interminable
a través del tiempo, y son de la naturaleza más diversa. Bajo su invocación
las empresas se dedican a establecer sistemas de premios, rediseñar tareas,
incrementar la delegación, enseñar técnicas de liderazgo a supervisores,
dirigir por objetivos, hacer empowerment, y tantos intentos más.
En general, estos enfoques tienen dos cosas en común:
1) Parten de supuestos válidos. Sus premisas sobre la conducta humana y las
condiciones que soportan la motivación son correctas, pero
2) soslayan el hecho de que sólo pueden funcionar en convergencia con otros
factores organizacionales.
La respuesta a la pregunta del título es: sí , es posible tener
organizaciones de gente motivada, a condición de que se entienda que el
agente motivador es la organización misma, y no medidas aisladas. Sólo la
acción concurrente de varios sistemas puede mantener las cuatro condiciones
expuestas de un modo permanente.
Cómo
es una Organización Motivadora
Es necesario entender el alto nivel de motivación en el trabajo como el
resultado del funcionamiento integrado de tres sistemas: la estructura de la
organización, los procesos gerenciales y las políticas y sistemas de
recursos humanos. Veamos a cada uno de los cuatro requerimientos expuestos
arriba en relación con estos sistemas.
1. Valoración intrínseca de la tarea.
Procesos gerenciales: (entendemos por "proceso gerencial" a las
responsabilidades de todo gerente hacia sus subordinados y el modo de
cumplir con las mismas). Requiere gerentes atentos a los intereses y
ambiciones personales de sus subordinados, y que entiendan como su
responsabilidad llevar al máximo la posibilidad de asignar tareas a quienes
las sienten como intrínsecamente significativas. Este cometido es
consustancial a un buen proceso de "coaching" (entrenamiento personalizado
consustancial al trabajo).
Recursos Humanos: requiere una acción corporativa de planeamiento de
personal que facilite a la línea realizar las transferencias y promociones
necesarias en los momentos adecuados.
2. Relación entre dificultad inherente a la tarea y capacidad personal de
quien la realiza.
Para poder asignar a las personas al nivel orgánico adecuado a su capacidad
actual hace falta, por una parte, información sobre la gente (potencial
actual y futuro), y por otra sobre la organización (nivel de responsabilidad
de los puestos con independencia de las funciones a que pertenecen).
Recursos Humanos debe procesar esta información y ayudar a la línea
operativa a planificar los movimientos necesarios para mantener a cada
individuo en su nivel.
Naturalmente, es condición tener una estructura orgánica correctamente
estratificada y en la cual se conoce el nivel de responsabilidad de todos
los puestos. (Elliot Jaques, Requisite Organization).
3. Disponibilidad de Recursos
Procesos gerenciales: como parte de su obligación de garantizar la
efectividad de sus subordinados, el gerente inmediato tiene la
responsabilidad de asegurar que éstos dispongan de todos los recursos que
necesitan para cumplir con sus tareas (insumos materiales, recursos
financieros y recursos humanos).
Él mismo es el principal recurso. Debe transmitir a sus subordinados el
contexto en que se desarrollan las tareas que se les asignan, hacer
entrenamiento personalizado a través del "coaching" y resolver los problemas
que excedan su nivel.
Esto determina una exigencia a la estructura orgánica: el gerente sólo puede
cumplir con estas responsabilidades si se dan las condiciones de distancia
óptima ya mencionadas en el punto anterior, es decir, que el nivel de
complejidad esté un paso cualitativo por encima del de sus subordinados.
Si están en el mismo estrato, no podrá dar contexto ni mejorar la
comprensión que tienen sus subordinados de sus propios desafíos. Si la
distancia es de más de un estrato, se sentirá continuamente exigido a
resolver problemas que están por debajo de su nivel.
Es necesaria, por otra parte, una definición precisa de autoridades
interfuncionales de los subordinados para cumplir con sus tareas (por
ejemplo, su autoridad para requerir servicios o insumos de otros sectores de
la organización).
Recursos Humanos: el principal recurso de un gerente son sus subordinados,
quienes deben ser aptos a su juicio para realizar su trabajo. El gerente es
responsable por la efectividad de sus subordinados, y por lo tanto no puede
ser obligado a trabajar con colaboradores que no cumplan con las exigencias
mínimas de sus roles. Deben existir políticas de recursos humanos que
garanticen este derecho. (Veto al ingreso al rol, derecho a exigir la salida
del rol después del debido proceso).
4. Ausencia de Inhibidores
Estructura orgánica: su definición inadecuada es la fuente más común de
frustración y de fricciones personales. (gente trabajando bajo jefes que
están a su mismo nivel de capacidad, relaciones interfuncionales basadas en
el amiguismo, etc. etc.)
Procesos gerenciales: la motivación sólo prospera en el marco de
asignaciones de responsabilidades precisas e inequívocas, de evaluaciones de
efectividad personal sentidas como justas y constructivas, y de adecuadas
expresiones de reconocimiento positivo o negativo. Los gerentes deben saber
hacerlo, y el cumplimiento de estas responsabilidades debe ser supervisado
por sus propios gerentes.
Recursos humanos: la adecuada evaluación de la efectividad no se reduce a la
acción personal de los gerentes, sino que es parte de un sistema
corporativo, coordinado por el sector Recursos Humanos y que cuenta con sus
propias políticas, procedimientos y planificación del ciclo anual.
Sistema de remuneraciones: si bien la remuneración que la gente percibe por
su trabajo no es el motor de la motivación, es una condición de congruencia
indispensable para que tengan efecto los factores motivadores del proceso
gerencial. Un sistema de remuneraciones inequitativo o arbitrario es un
poderoso inhibidor de la motivación. Una organización de gente motivada
necesita absolutamente un sistema de compensaciones que sea sentido por la
gente como racional y equitativo, y este es otro requerimiento que recae
sobre la función Recursos Humanos.
El sistema de remuneraciones funciona sobre la base de dos tipos de
información: la proveniente del sistema de evaluación de la efectividad, ya
mencionado, y la del sistema de evaluación de puestos. Este último debe
permitir evaluar según criterios comunes a todas las posiciones de la
organización, con independencia de su pertenencia funcional. Este es,
entonces, otro de los sistemas de Recursos Humanos esenciales.
Gerencia, Productividad y Calidad de Vida
Todos los seres humanos tenemos ideales de lo que queremos ser en la vida, y
estamos compelidos a tratar de alcanzarlos.
En nuestras organizaciones de trabajo actuales, esta energía se encauza a
menudo fuera de la organización, e incluso en contra de ella.
Cuando se logra alinear el movimiento de la organización con el de sus
miembros, se producen prodigiosos efectos tanto de productividad como de
satisfacción vital.
Este es el gran desafío de los gerentes, cuya sensibilidad e inteligencia en
el ejercicio de su función deben ser apoyadas por estructuras y sistemas
diseñados para la motivación.
FALACIAS:
1. El dinero es el factor motivador por
excelencia:
Es un hecho digno de reflexión la pertinacia con que se mantiene este mito
aún entre la gente más
inteligente y experimentada, pese a no resistir el menor análisis. Está
claro que el sistema de compensaciones tiene que estar en orden para poder
tener una organización de gente motivada, pero esto es una mera condición de
congruencia, no el motor de la motivación.
2. Hay que hacer que la gente se sienta
importante: ...(Pero no darles atribuciones significativas).
Lo que hay que hacer en realidad es que la gente sea importante ante sí
misma en el registro de sus propias ambiciones, lo cual se relaciona
directamente con tener un ámbito de autonomía congruente con su capacidad
actual.
La política del "mimo" y la pseudo-participación es típica de la escuela de
relaciones humanas, desarrollada a partir de las investigaciones de Elton
Mayo. Muerta hace décadas en la literatura, pero con buena salud en la
práctica gerencial cotidiana.
Buenas y malas noticias
Buenas noticias:
Es posible tener una organización de gente motivada si uno realmente se lo
propone. Salvo condiciones de emergencia, toda organización puede lograrlo
si tiene la orientación necesaria y está dispuesta a asumir el costo.
Malas noticias:
Es un emprendimiento mayor. Deben quedar atrás las esperanzas de que para
motivar a la gente basta con dar cursos de liderazgo a los gerentes, o pagar
bien a todo el mundo, u organizar bonitas fiestas de
fin de año.
Harald
Solaas fue uno de los principales consultores en RRHH de América latina. Gracias!
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